Zonas de Oportunidad, Los Beneficios de La Reconstrucción
- ARS Blog
- 30 jul 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 13 ago 2019
Comenzar con una pregunta resulta inevitable. ¿Qué son las Zonas de Oportunidad?
Según el Acta que las creó, The Tax Cuts and Jobs Act (TCJA), son “Zonas económicamente empobrecidas que, bajo ciertas circunstancias, califican para recibir inversiones privadas con tratamiento impositivo preferencial”. Legalmente establecidas en abril de 2018, las O-Zones, su nombre comercial, ya abarcan la totalidad de la nación y varios territorios de ultramar: Samoa Americana, Guam, Islas Marianas del Norte, Islas Vírgenes y Puerto Rico.
Dejando esto en claro, debemos aceptar que no hay mayor sorpresa en la propuesta. Es decir, no es la primera vez en la historia de la humanidad que zonas empobrecidas quedan al margen del desarrollo y que tiempo después se producen intentos de rescate usando herramientas impositivas para alentar las inversiones.
Es parte de la realidad que siempre ha existido. Las personas se mueven hacia donde hay trabajo. No es casual que las ciudades hayan venido absorbiendo población rural desde los orígenes de la revolución industrial.
Varios aspectos nos llamaron la atención de este ambicioso plan de Desarrollo Social.
Su enorme alcance, estamos hablando del hogar de cerca del 10% de la población de USA, su impronta humanista como concepto fundamental y la propuesta de un plan simbiótico, interdependiente, estimulado por la mayor reducción de impuestos en la historia de la nación.
La visión con la que se identificó la realidad de las O-Zones tuvo la lucidez necesaria para reconocer lo grave de la situación y, sobre todo, la urgencia en encontrar soluciones. Algo que por lógica va de la mano del interés y compromiso financieros. La propuesta debía ser irrechazable y, en nuestra opinión, lo es.
¿Quién puede no sentirse atraído por una ventajosa oferta que además está impulsada por el capital de cientos de inversiones diferentes que van es la misma dirección?
Nadie quiere perder, eso es seguro. Nadie invierte por ser bueno. Se invierte para ganar y las O-Zones son una variada oferta para excelentes emprendimientos. Hay O-Zones para todos los gustos, en el centro de la ciudad, en los suburbios, en el cinturón industrial, en áreas rurales. Pero créannos, lo que le da más valor al TCJA es el peso de la solidaridad. El objetivo a cumplir.
Los motores que concibieron y propusieron las O-Zones, cada uno en su ambiente natural, fueron el Senador Tim Scott y Sean Parker, a través de su organización EIG.
La presencia de Parker, la cabeza militante, es la que le dio al proyecto su verdadera identidad y la que agregó de forma subyacente su verdadero significado.
Acá estamos hablando del Futuro. Imaginando sus pros y sus contras. Y sobre todo su incertidumbre y sus cambios. Y Parker es una mente perfecta para no tenerle miedo a los cambios. De alguna manera, convivió con el futuro mucho antes de que llegara. Napster, Facebook, Spotify. Parker estuvo ahí. Fue creador, impulsor y director de esas empresas, todas consecuencia de la evolución tecnológica, y sabe mejor que nadie que un futuro determinado por los avances tecnológicos es precisamente lo que nos espera.
De lo que se trata entonces es de preguntarse si es posible que. en las condiciones actuales, las O-Zones - es decir, los seres humanos que las habitan-, pueden ser parte del futuro. Un futuro cercano que apenas podemos imaginar. Por primera vez en la historia, el ser humano no sabe como vivirán sus hijos.
Nuestro estilo de vida cambiará radicalmente y gran parte del aprendizaje que podamos traer del pasado se volverá obsoleto. Estamos frente a lo que los sociólogos conocen como Singularidad, un punto de no retorno. Ya no será cuestión de querer o no querer volver al pasado. Sencillamente, no vamos a poder hacerlo.
En otras palabras, esta es la última oportunidad de corregir errores. O emparejamos las realidades socioeconómicas o, de lo contrario, todo quedará dividido en dos: adentro del sistema o afuera. Y los que queden afuera no podrán volver a entrar. Fórmula que amenaza con aplicarse en todo.
Viéndolo de este modo, las O-Zones son los límites del Futuro.
Afortunadamente, la esperanza y el compromiso son parte central del material humano que maneja esta propuesta. Las O-Zones son un proyecto de enorme trascendencia en el que nada ha escapado a su análisis.
¿Qué hay acerca del Crecimiento Demográfico?
¿Son las megaciudades el destino inevitable de las poblaciones?
¿Cómo piensan revertir el proceso de deshumanización que provoca la marginalidad?
¿Cómo piensan proveer los medios para capacitar mano de obra?
¿Qué hará el gobierno para recuperar la competitividad?
Sin contenido, no hay sustancia.
Eso está descontado en este plan.
Cada zona de inversión ha sido perfectamente diseccionada y las respuestas a cualquier pregunta están al alcance de la mano. Es todo muy simple y muy ambicioso, y muy atractivo y muy humanista. Es en parte reconstruir el presente pensando en el Futuro. No puede haber un mejor escenario para cualquier estrategia de inversión
Lo que debemos comprender para enfrentar el problema es que vivimos en un mundo en el que coexisten países ricos y países miserables, y a su vez en países donde coexisten ciudades en expansión y ciudades moribundas, y a su vez en ciudades donde coexisten zonas prósperas y zonas en ruinas, un fractal que vuelve una y otra vez a lo mismo, desigualdad social e incapacidad para diseñar soluciones efectivas.
Podrán decir que siempre fue igual, y es cierto El problema es que ahora no es tan igual como antes, porque el futuro que nos espera es un enigma.
Del pasado quedará la infraestructura urbana, el sistema circulatorio de cables, tuberías, desagües y túneles, y todas las calles, cimientos, construcciones, parques y tierras y espacio para industrias hoy improductivas. El resto tendrá que cambiar.
Estas son palabras de Sean Parker: “Esto no es acerca de la redistribución de la riqueza de otras personas. Esto es acerca de la redistribución de su tiempo, atención e interés.”
No es casualidad que Parker haya usado las palabras “atención e interés” en este mensaje promocional y aclaratorio de cualquier sospecha.
Estas palabras son el precedente lógico de la “decisión y la acción”, lo único que falta para completar este gigantesco rompecabezas de ganancias y desarrollo social.
Invierta en O-Zones. La información necesaria para hacerlo con precisión está disponible. No hay secretos. Es apostar a lo seguro.
Este es nuestro consejo.

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